Competencia:
Comprender la historia de nuestra iglesia y las primeras evangelizaciones
Contenidos:
- Historia de Nuestra Iglesia
- La Primera Evangelización
Historia de nuestra Iglesia

Jesús
dijo: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen"
(Juan 10:27). Hace mas de 25 años oímos la voz del Señor y
obedientes como sus ovejas comenzamos a reunirnos en una humilde casa
en Bellevue para leer y meditar sobre las enseñanzas bíblicas.
Así
comenzó nuestra hermandad, alzando la voz de adoración al Señor.
Luego, con la guía en español de la reverendo Elvira Gradin, se
formalizó en un estudio bíblico y ayuda espiritual al grupo hispano
de las comunidades vecinas. Viendo la creciente necesidad espiritual
del grupo, la pastor Gradin intercedió por la creación de un
ministerio hispano con el apoyo de la iglesia Highland Covenant
Church en Abril de 1986.
En
Julio de ese mismo año, el movimiento de iglesias del Pacto
Evangélico (conocido como Evangelical Covenant Church -ECC) nos
confirmó como la Iglesia Hispana del Pacto Evangélico con la misión
de evangelizar a la comunidad hispana de la zona metropolitana de
ciudad de Seattle.
Desde
entonces nos permanecemos firmes en darle la bienvenida a hermanos
representantes de todos los países latinos que buscan compartir el
gozo de pertenecer a la familia en Cristo. Y mas allá del idioma,
nuestra iglesia se complace en abrir las puertas a todo aquel que lo
necesite.
En
este largo camino de evangelización hemos crecido tanto en espíritu
como en número de creyentes. Hoy día nuestra congregación, mejor
conocida como Iglesia Latinoamericana ratifica su compromiso de
servir y proclamar el amor de Dios.
La
presencia de la iglesia en América Latina ha significado para esta
parte del mundo un elemento fundamental de su identidad cultural,
religiosa e histórica. Desde la llegada del cristianismo a tierras
amerindias los personajes, los acontecimientos, las nacientes tareas
educativas, sociales, políticas y teologías han hecho que este
continente construya un variopinto folklore en su historia.
Las diferentes lecturas que se hacen de la historia eclesial en el continente han dejado ver las problemáticas y conflictos en las generaciones de cada época, sin embargo, esta lectura que hacemos en el curso la abordamos desde la experiencia cristiana en la cotidianidad del continente, porque la iglesia latinoamericana es un pueblo que cuenta con la capacidad de liberar a los oprimidos, al opresor, a los pueblos indígenas, al pueblo afro-descendiente, a los hombres y a las mujeres de fe.
Respecto
a los diferentes periodos históricos que se abordan durante el
estudio de esta materia tratamos de sobresaltar las respuestas
antropológicas, teológicas, eclesiales porque son ellas las que
nos dan la clave de lectura de la presencia del Evangelio en tierras
americanas. Esperamos que este acercamiento histórico signifique
una nueva manera de apreciar la fe en el continente, su evolución y
su capacidad de respuesta en los diferentes momentos en que ha sido
confrontada.
La
primera evangelización
Lo
que les digo de noche, díganlo a la luz del día, y lo que les digo
al oído, predíquenlo desde los terrados.
Llamó
Jesús a sus doce apóstoles, les dio poder y autoridad sobre todos
los demonios y virtud de curar las enfermedades. Y los envió a
predicar el Reino de Dios y curar a los enfermos.
Y
les dijo: “No lleven nada para el viaje, ni alforjas, ni pan, ni
dinero, ni ropa”. Habiendo partido, iban de lugar en lugar
anunciando el Evangelio y haciendo curaciones por todas partes.
Después
eligió a otros setenta y dos, a los cuales envió delante de Él, de
dos en dos, por todas las ciudades y lugares adonde había de ir Él
mismo. Y les decía: “La mies es mucha y los obreros pocos.
Rueguen, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
Vayan ustedes: he aquí que los envío como ovejas en medio de lobos.
Por lo tanto, deberán ser astutos como serpientes y sencillos como
palomas. El que los escucha a ustedes me escucha a mí, y el que los
desprecia, a mí me desprecia. Y quien a mí me desprecia, desprecia
a Aquel que me ha enviado.
Por
mi causa los llevarán ante reyes y gobernadores para dar testimonio
de mí ante ellos. No se preocupen de lo que tienen que decir, pues
el Espíritu Santo hablará por ustedes.
Todos
los odiarán por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el
fin, ése se salvará.
No
tengan miedo, pues no hay nada oculto que no llegue a descubrirse. Lo
que les digo de noche, díganlo a la luz del día, y lo que les digo
al oído, predíquenlo desde los terrados. No teman a los que matan
al cuerpo y no pueden matar el alma; teman sólo a los que pueden
arrojar alma y cuerpo al infierno.
Todo aquel que me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en los cielos, pero quien me negare delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos”.
Todo aquel que me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en los cielos, pero quien me negare delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos”.
Regresaron
los setenta y dos llenos de gozo, diciendo: “Señor, hasta los
demonios mismos se sujetan a nosotros por la virtud de tu nombre”.
Él
les respondió: “Yo estaba viendo a Satanás caer como un
relámpago. Les he dado poder de tocar serpientes y escorpiones y
todo el poder sobre el enemigo y nada podrá hacerles daño. Pero no
se alegren tanto porque los demonios se les sometan. Alégrense más
bien porque sus nombres están escritos en el cielo”.(cfr. Lc.
9, 1 ss.; Lc. 10, 1 ss.; Mt. 10, 16 ss.; Lc. 10, 17 ss.)
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